21 de agosto de 2013

Silencio...

Ahora me siento cómoda con los silencios.

Solía hablar mucho, por lo cual nunca me callaba y cuando alguien si lo hacía, me sentía obligada a llenar esos espacios de inmediato con palabras que algunas veces no venían al caso.

Hasta que una persona especial apareció en mi vida para enseñarme mucho. Entre muchas mas cosas me enseñó que el silencio contrariamente a lo que se piensa, a veces no es tan malo. Ahora se me tilda de seria y reservada porque he aprendido a no decir palabras de sobra.

Estaba acostumbrada a decirlo todo. A pensar que las personas entenderían todo lo que diría, pero me di cuenta que cuando eres un libro abierto y las personas leen todo su contenido, pueden usar esta información para lastimarte en lugar de entenderte.

Decía mucho pero no me fijaba si las personas escuchaban. Exigía que se pronunciaran palabras porque necesitaba que los silencios fueran llenados con lo esperado.

Estar ante una persona que guarda silencio cómodamente, me enseñó a estar a gusto con la no pronunciación innecesaria de palabras, y ahora soy inmune a lo que se denominan "silencios incómodos", aunque no estoy exenta de que las personas a mi alrededor si se sientan de ésta manera.

Ahora no me molesta guardar silencio a veces. Recuerdo a ésta persona con cariño y no tengo mas que agradecerle. Él lo dice todo sin decir nada.

Lamentablemente el que haya aprendido a guardar silencio a veces no significa que no siga siendo la misma imprudente de siempre. Sigo embarrandolas cuando abro mi boca, pero ya no es tan seguido porque ya no la abro tan frecuentemente xD