10 de junio de 2011

En un muro del terminal....

Le dí un abrazo con todas mis fuerzas y un beso con el que traté de transmitirle todo el amor que siento por el, y resignada le dí mi adiós... Me alejé de el con un agujero en el corazón y lentamente comenzaron a fluir las inevitables lagrimas... Subí las escaleras de manera rápida llegando a la entrada de la terminal de transportes para detenerme ahí y preguntarme por qué tenía tanta prisa si no quería llegar a ninguna parte...no quería ir a ninguna parte donde no estuviera el...

Vi un muro de ladrillos a unos pocos pasos de distancia así que tomé asiento. Con lagrimas en los ojos pensé en los momentos que pasé con el y cómo cada vez que me abraza siento que no quiero estar lejos de su lado. Cada vez que viene a visitarme me parece que fuera un sueño; suena algo cursi (lo sé xD) pero es cierto... todo parece como si fuera algo que he estado esperando por mucho tiempo, todo tiene un color nuevo, no puedo dejar de sentir mariposas en el estomago y no paro de decirme a mi misma que no quiero despertar. Pero ahí me encontraba, pensando en el sueño que estaba viviendo y del que debía despertar pero no quería.

Como un jugador perdido en un concurso de conocimiento decidí recurrir a la ayuda de la llamada a un amigo. Tomé mi celular y llamé a mi amiga. Me contestó y aunque se encontraba en clase ocupada me escuchó. Me preguntó donde estaba y le dije "aqui sentada en un muro de la terminal de transportes" su respuesta fue de sorpresa y me preguntó que hacia alli a lo cual le contesté "triste, vine a despedirme de el, ya se fue" "lo siento mucho" dijo ella y trató de animarme, hablamos hasta que se acabó mi saldo.

Guardé mi celular y miré a mi alrededor. Vi como la gente entra y sale del terminal siempre agitada. Mientras me encontraba allí sentía como despertaba del sueño vivido: las cosas iban perdiendo poco a poco su color e iba recordando la realidad poco a poco...el corazón me decía que debía continuar, continuar en una realidad en la que no tenía a la persona que mas quiero a mi lado, en la que no podía abrazarlo, en la que no podía verlo al terminar mi día, en la que no podía darle un beso en la mejilla y decirle cuanto lo amo.

El corazón de pronto me dijo "tienes que ser fuerte" y lo escuché.

Tomé mi bolso, respiré profundamente y me levanté de ese muro del terminal con el firme propósito de continuar luchando y trabajando fuertemente para hacer realidad ese sueño de un lindo mundo cumpliendo nuestras metas juntos.

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