19 de agosto de 2014

10 de agosto de 2014

Do you remember?




Di mi nombre...

Creo absolutamente en el poder de la palabra.

Los filósofos nominalistas consideraban que las ideas no eran mas que palabras, nombres, que solo existen en la mente de quien las crea, por lo cual se considera que son totalmente dependientes del pensamiento. Todos sabemos que las ideas son la base y el primer paso para la creación de algo. Basta con imaginarlo para que ya exista en alguna esfera del universo y podemos transportarlo a la esfera donde ocurre nuestra existencia y volverlo real. Como dijo Einstein "Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr"

En el Génesis del antiguo testamento Dios puso a Adán en el Jardín del Edén, indicándole que era la criatura superior de allí con poder sobre todas las demás. Adán comenzó a darles nombre a los animales y como muchos filósofos solían pensar, si posee un nombre por lo tanto existe. Por medio del nombre se le dio una existencia a nivel de cualquier esfera del pensamiento, hasta llegar al punto en el que si les digo que imaginen una nutria es muy probable que todos la imagen con las características propias de la especie que ya conocemos. Es poco común que alguien la imagine de forma particular a la ya conocida en los documentales de Discovery Channel.

Y así como las palabras tienen poder y cada uno de nosotros tiene un nombre como indicio de nuestra existencia e individualidad, el que digan tu nombre en particular define claramente la referencia a tu ser. Es por esto que cuando nuestra Señora Madre esta enojada y nos llama por nuestro nombre completo, quedamos congelados en el tiempo, al haber sido invocados por las palabras que te ubican y localizan en cualquier parte del mundo.

Un día hablando con mi mejor amiga mientras decidíamos un nombre para una marca personal le sugerí usar su nombre propio, lo cual resultó impensable para ella aclamando "quien tiene tu nombre te posee". Nunca lo había pensado de esa manera y tiene absoluto sentido; la invocación a los espíritus efectivamente se hace a través de sus nombres y muchos rituales requieren de estos.



Usualmente nadie me llama por mi nombre. Siempre mis conocidos me tienen algún apodo, apelativo o nombre cariñoso, por lo cual es raro escucharlo y me siento algo incomoda al escuchar mi primer a secas, sin dejo cariñoso, tono o adjetivo tierno.


Creo que por eso muchas personas usan un nombre artistico (además de que es probable que sus nombre reales sean horribles xD). Un nombre alternativo te da cierto poder que tal vez tu nombre real carece.