19 de julio de 2010

Mundo al revés...

Desde pequeños nos enseñan la moral: que debemos ser rectos y educados a lo largo de la vida; pero a medida que crecemos nos damos cuenta que la gente no vive según las reglas que nos fueron (y les fueron) enseñadas, sino que vemos que hay una diferencia enorme entre el manual que nos entregaron sobre "cómo deberíamos actuar" y el que presenciamos sobre "cómo de verdad se actúa", así que guardamos todas esas reglas de nuestra niñez en una carpeta la cual etiquetamos con el nombre de "Teoría" y comenzamos a escribir nuevas reglas que vamos aprendiendo con el día a día y con los golpes de la experiencia, por lo cual nombramos a esta nueva carpeta "Practica".

El mundo está hecho tan al revés de lo que nos enseñan que una de las principales reglas escritas en nuestra carpeta "Practica" es la de "piensa lo peor y acertarás" (por lo menos es una de las mías).

Se piensa "nadie ha hecho nada bueno por mi, por que habría de hacerlo yo por alguien?" o "si yo estuviera en esa situación nadie me ayudaría"

Yo me sorprendo cuando voy en el bus lleno y algún caballero (en lugar de irse cómodamente en su asiento mirando como lucho por mantener el equilibrio en un acto malabaristico por balancearme entre mi bolso, carpetas y el sostener mi propio peso para no caer al suelo mientras el bus se encuentra en movimiento, que es lo usual) me ofrece su asiento, lo cual sucede en un promedio de una vez entre 100 (no estoy exagerando, tomo el bus todos los días). Si sacamos la cuenta el año tiene 365 días y si pasa 1 vez cada 100 entonces solo hay 3,65 caballeros que me ofrecen el asiento en todo un año, lo cual suena muy triste (apuesto que se deseaba un mayor número de caballeros después de publicarse la urbanidad de Carreño)

El mundo está tan al revés que vemos normal que una persona sea egoísta y actúe para su propio beneficio y nos sorprendemos cuando encontramos a una persona que ante una situación en la que se pone a prueba su integridad escoja el camino recto (el mas largo, pero el mas recto).

Hoy mi papá se encontró una billetera con mucho dinero dentro de ella y no había ningún número directo con el dueño, así que se puso a llamar a todas las tarjetas de presentación a ver quien le podía regalar el número del dueño. No descansó hasta contactarse con el dueño y cuando éste vino por la billetera se asombró muchísimo por la honestidad presenciada y el esfuerzo y deseo de entregar el objeto perdido.

Lo de esperarse por cualquiera era darla por perdida o esperar que el que la hubiera encontrado se robara el dinero y "entregara" los papeles dejándolos en algún puesto policial alegando "los encontré por ahí" (si le iba bien a uno).

Hoy se le presentó una prueba a mi papá y creo que la pasó, se ganó un amigo bastante sorprendido y agradecido.

En el mundo al revés la gente se sorprende cuando uno actúa bien xD

3 comentarios:

Mao Rodriguez dijo...

7 aproximadamente (ida y vuelta(-0,3 por que siempre no esta lleno)) xD

Kelly Clark dijo...

no has montado en metrolinea, siempre está lleno xD

Mao Rodriguez dijo...

entonces aumenta a 7,3..xD

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