Recuerdo una frase que dice "nunca maduras, simplemente aprendes a comportarte en publico". Existe una pelea constante en nuestro interior que se lleva a cabo entre lo que eres, lo que deseas ser y lo que quieren que seas. Mantener el equilibrio entre esta tres fuerzas que presionan tu vida es una batalla campal que puede hacer sentir perdida a la persona, ya que se pelea la individualidad con la supervivencia en sociedad. Debes elegir entre estar en paz con los demás o contigo mismo.
Para sobrevivir en sociedad debes mostrarte como un ser fuerte. Tal como se observa en el reino animal, los animales usan sus adeptos de piel y posan ferozmente para aparentar poder vencer al otro, el ser humano también debe aparentar ser grande y superior, lo hace para evitar ser atacado y salir herido. Ningún creacionista puede refutar su teoría al ver que nuestro comportamiento diariamente es mas salvaje que ningún otro en el planeta tierra.
A veces nos sentimos felices porque encontramos personas con las cuales nos damos cuenta que a pesar de tener un lugar en la sociedad, también podemos ser quienes realmente somos con ellas, lo cual trae luz a nuestra vida, sintiéndonos vacios cuando nos damos cuenta que nos equivocamos y esas personas no se mostraron como realmente eran, sino que usaron un disfraz diferente ante nosotros.
Ese pensamiento surgió en mi mente esta mañana...
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