8 de enero de 2012

Adiós hermosa T_T

Mi familia esta compuesta por mis papás, mi hermano y mi hermana mayor :)

Tengo alrededor de 18 tíos (oficiales y conocidos porque el año pasado me enteré que le había aparecido un hijo a cada uno de mis dos abuelos xD) y cientos de primos, pero llamo "familia" a las personas que siempre han estado ahí para mi. Puede que comparta mis apellidos y sangre con muchas personas, pero sólo cuatro de ellos me han visto día a día crecer, me han acompañado en momentos alegres y tristes, me han consolado cuando una ilusión ha desaparecido y abrazado cuando una meta se ha logrado. A esas personas son las que yo llamo familia.

A mi familia se han unido miembros honoríficos que han sido mis mascotas, entre las cuales cuento a mas de 20 periquitos australianos, dos perritos cuando era niña, un pezcadito (Braulio, lo extraño), Vito y hace unos días una hermosa perrita que mi mami recogió de la calle. (Tardaría horas si mencionara a todos los pollitos, codornices, grillos, gusanos y otros animalitos que no duraron mucho, pero que los tengo muy presente)

A pesar de mi enorme cariño hacia todos los miembros de mi familia, no los veo mucho. Como he mencionado antes, mi papá está continuamente trabajando y mis hermanos cada uno está en lo suyo. Mi horario es muy apretado por lo cual a pesar de que vivamos bajo el mismo techo, he pasado días sin ver a mi mamá o sin saludar a mi hermano. Siento que a veces mis obligaciones se interponen y no puedo estar ahí para todo lo que desearía.

Estuvimos buscando un hogar a la perrita que encontramos, pero no lo conseguimos. A pesar de poner su foto en cuanto perfil de facebook nos encontraramos y de preguntar a todo conocido cercano, no logramos encontrarle un hogar; el nuestro notoriamente le quedaba pequeño a tremenda cachorrita tan cariñosa y activa que crecería cada vez mas día a día.

El sábado tuve que trabajar hasta la 1 de la tarde, mismo sábado en el que mi papi que recién llegaba se llevaría a la cachorrita a un refugio de mascotas, en el cual no se le garantizaría que encontrara un familia que la acogiera, pero si un amplio espacio, techo y comida de por vida.

La fecha límite de tomar la decisión de separarnos de ella era hasta el sábado a las 7 am, hora en la que uno de los encargados del refugio recogería a mi papá y a la perrita para llevarla a su nueva residencia que se encontraría a dos horas de aqui, misma hora en la que yo debía estar ya en el trabajo al igual que mi hermano.

Llegué a mi casa a la 1:40 pm, hora en la que mi mamá servia el almuerzo mientras me contaba lo dura que había sido la separación, cómo la perrita sintiendo lo que se avecinaba no quería salir de la casa mientras miraba con ojos grandes y llorosos a mis padres. Mi mamá me había pedido que estuviera ahí. Una vez mas no pude hacerlo. Sólo pude escuchar la historia, consolarla, llorar y pedir a Dios que la perrita estuviera bien y que entendiera que lo hacíamos no porque no la quisiéramos.

Hablamos en el almuerzo sintiendo el silencio que se formaba alrededor, silencio que había sido reemplazado por ladridos alegres, hocicos bebiendo agua continuamente y juguetes viniendo de aquí para allá y que ahora venía a instalarse en nuestro hogar nuevamente.

Mi hermano y yo no nos pudimos despedir de ella, mucho menos mi hermana que se encuentra de viaje. Tampoco pudimos estar ahí con mi mamá, quien era la mas apegada a la perrita y la que mas sufría en ese momento. Puede sonar tonto, pero con esto nos dimos cuenta que a veces no le dedicamos tiempo a las cosas que son verdaderamente importantes. Creo que mi hermano se sintió de la misma manera que yo. Mi plan desde el inicio era el de estar con mi papi al que no veía desde el año pasado, pero mi hermano que tenía planes los canceló y se unió a mi quedándose en casa haciéndole compañía a nuestros padres.

Este fin de semana volví a hacer algo que no hacía hace mucho: acompañé a mi mamá al mercado, vitrineamos, nos reímos, hablamos, tomamos jugos y comimos en nuestro lugar favorito. Con mi papá hablé largo rato, vimos las noticias juntos y especialmente lo abracé.

Uno no se da cuenta de cuanta falta nos puede hacer alguien que queremos. No quiero sentir ese silencio nuevamente, darme cuenta que alguien mas me hace falta y decirme "por qué no aproveché el tiempo y estuve ahí?". Tengo que sacar tiempo para todo y deseo dedicar parte de él pasándola con las personas especiales para mi.

Le dí mi cariño a esa hermosa perrita y la voy a extrañar mucho.

Ahora, me dedicaré a seguir consintiendo a los demás miembros de mi familia.



1 comentarios:

Paola dijo...

Ánimo, al menos te aseguraste de que tiene un hogar descente, y no está en la calle sufriendo y aguantandose seres humanos detestables.
Sin duda será feliz
:3

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